La palabra Religión I

Vengo  escuchando en los últimos años a algunos cristianos decir que el cristianismo no es una religión, cosa que me extrañaba  debido a que me parecía (y me parece)  raro, es como decir que el ajedrez no es un juego de mesa o la natación un deporte acuático. El cristianismo dicen “es un estilo de vida” y  lo comparto, lo que no comparto es que se use como una especie de antónimo o de oposición al término religión.

      Hay algo curioso en estos días con el eslogan del “estilo de vida”, porque al parecer todo puede serlo; por ejemplo, si un grupo de personas  tienen la afición de coleccionar  latas extrañas, de ordenarlas en repisas en sus casas, de  reunirse a ver quien tiene la lata más original, de vestirse con camisetas negras con imágenes de latas y de cantar himnos al aluminio, eso se llamaría “un estilo de vida”, no me queda claro cuando a las aficiones o a los gustos se les da ese título, creo mas bien que el mendigo que recoge latas para sobrevivir, sí hace efectivamente de las latas un estilo de vida. Con esto no quiero decir que el cristianismo sea una afición o un gusto, el cristianismo sí es una manera de vivir y creo que con más fundamento que cualquier otra cosa, por el hecho de ser una religión. 

      El problema, considero tiene varios  elementos en los cuales hay que detenerse, pero sólo  me referiré a uno y se trata del sentido reducido que comúnmente  se le da a la palabra religión. 

     Parece que cuando se dice religión se está diciendo al mismo tiempo la palabra Iglesia en su acepción de templo con todo lo que eso evoca en estos días, es decir: institución, jerarquía, reglas, opresión, dominio, manipulación, etc. pero la palabra iglesia  en su sentido más original es otra cosa[1], podríamos decir que con el término religión pasa algo similar aunque no igual, se entiende sólo de una manera, y se omite o se desconoce las muchísimas definiciones y sentidos, en especial el sentido más profundo que trato de rescatar.

Principalmente nos quedamos con los conceptos propuestos por la Crítica de la religión. Crítica que dependiendo de sus énfasis  sólo ve estructuras, escapismo, miedos, etc. En cierto modo puede aceptarse  si lo vemos sólo desde esos ángulos. Pero la cuestión aquí es  ir más allá de una crítica a unas estructuras, porque es una visión reducida del fenómeno religioso.  Las estructuras[2] que no necesariamente son malas  pero sí necesarias son consecuencia de una religión.

En un próximo post colocaré algunas definiciones y un poco de historia.




[1] Asamblea de los convocados
[2] Cuando hablo de estructuras, no me refiero a ninguna estructura religiosa actual. 

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