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Mostrando las entradas de 2012

Al infinito y más allá

"Un catálogo de biblioteca, como he dicho antes, es un ejemplo de lista práctica porque los libros de una biblioteca son finitos en número. Una excepción, por supuesto, sería el catálogo de una biblioteca infinita. ¿Cuántos libros hay en la Biblioteca de Babel que Borges describe con tanta fantasía? Una de las propiedades de la biblioteca de Borges es que contiene libros que contienen todas las combinaciones posibles de veinticinco signos ortográficos, de modo que no podemos imaginar ninguna combinación de caracteres que la biblioteca no previera. En 1622, Paul Guldin, en Problema arithmeticum de rerum combinationibus, calculó cuántas palabras podrían haberse producido con las treinta y tres letras del alfabeto que estaba en uso en ese momento. Las combinó de dos en dos, de tres en tres, y así sucesivamente, hasta que llegó a palabras de veintitrés letras, sin tener en cuenta las repeticiones y sin preocuparse por si las palabras que podían generarse tenían sentido o eran

El hombre sin ideas

La intolerancia puede definirse, aproximadamente, como la del hombre que carece de opiniones. La intolerancia es la resistencia con la que recibe las ideas definidas una masa de gente cuyas ideas resultan indefinidas en extremo. La intolerancia podría considerarse como el horrible pánico de los indiferentes. Este pánico de los indiferentes es, en realidad, algo terrible; algo que ha generado persecuciones monstruosas y duraderas. En este sentido, nunca fue la gente muy consciente la que se dedicó a perseguir; la gente muy consciente nunca fue lo bastante numerosa. Quienes llenaron el mundo de fuego y de opresión fueron aquellos a los que no les importaba nada. Fueron las manos de los indiferentes las que prendieron las teas; fueron las manos de los indiferentes las que accionaron el potro de tortura. Ha habido algunas persecuciones surgidas del dolor de una certeza apasionada, pero esas no produjeron intolerancia, sino fanatismo, algo muy distinto y en cierto sentido admirable. La into

¿Qué es la Teología?

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En la filosofía se dice que lo más difícil del acto de conocer es tratar de definir; podemos enumerar, describir y hablar de las  características de las cosas que nos rodean, pero es especialmente  arduo definirlas. Debido a esto  abordar, qué es la teología, resulta complejo (y muy limitado para este espacio).  Sin embargo, esto no ha sido obstáculo para que a través de la historia pensadores cristianos o no,  hayan  intentado establecer qué significa la teología.  Por ejemplo Aristóteles le daba dos sentidos a la palabra teología: Uno tenía que ver con las invenciones de mitos, y otro,  relacionado con la ciencia que habla de Dios, este último sentido dado también por  san Agustín .  En la época patrística  la teología será el conocimiento de Dios o la Trinidad, y  desde los padres griegos hasta la alta edad media,  encuentra  su origen en el estudio de las sagradas escrituras . Resulta importante un estudio histórico por que nos da luces para la elaboración de un concepto propio.

La gran tienda

Dos veces en mi vida me ha dicho un director literalmente que no se atrevería a imprimir lo que yo había escrito porque ofendía a los que publicaban anuncios en su periódico. La presencia de semejante presión existe en todas partes bajo una forma más silenciosa y sutil. Pero tengo un gran respeto por la franqueza de este particular director, porque evidentemente era de una máxima franqueza posible para el director de una revista semanal. Dijo la verdad acerca de la falsedad que tenía que decir. En ambas ocasiones me negó la libertad de expresión porque decía yo que las tiendas que ponían anuncios y las grandes tiendas eran en realidad peores que las pequeñas tiendas. Puede resultar interesante señalar que esta es una de las cosas que ahora le está prohibido decir a un hombre, quizá la única cosa que le está prohibido decir. Si se hubiera tratado de un ataque al gobierno se hubiera tolerado. Si se hubiese sido un ataque a Dios hubiera sido respetuosa y atinadamente aplaudido. Si se

Unas palabras sobre las alabanzas

¿Qué queremos decir cuando nos referimos a una pintura como “admirable”? evidentemente, no queremos decir que es admirada (aunque puede serlo), ya que miles de personas admiran obras malas y las buenas se pueden ignorar. Tampoco que merezca admiración en el sentido en el que un candidato merece una calificación alta por parte de los examinadores, pues no se comete una injusticia con un ser humano si no se le da un premio. El sentido en el que la obra “merece” o “reclama” admiración es más bien este: la admiración es la respuesta correcta o apropiada a ella; y que sino la admiramos, será que somos tontos, insensibles y grandes perdedores, pues nos habremos perdido de algo de valor. En ese sentido se puede decir de muchos objetos, tanto en la naturaleza como en el arte, que merecen, son dignos de, o reclaman admiración. (…) (…) nunca había advertido que todo placer deriva espontáneamente en alabanzas hasta que (a veces incluso) la timidez o el miedo a aburrir a otros nos hace reprimirla

Simplicidad

"¿Por qué asumimos que lo sencillo es bueno? Porque con los productos físicos tenemos que sentir que podemos dominarlos. Si consigues imponer el orden dentro de la complejidad, encuentras la forma de que el producto se rinda ante ti. La sencillez no es simplemente un estilo visual. No es solo el minimalismo o la ausencia de desorden. Es un concepto que requiere sumergirse en las profundidades de la complejidad. Para conseguir una auténtica simplicidad, hace falta llegar hasta lo más hondo. Por ejemplo, para que algo no lleve tornillos, a lo mejor necesitas un producto muy enrevesado y complejo. La mejor forma de enfrentarse a ello es profundizar más en la simplicidad, comprender todos los aspectos del producto y de su fabricación. Tienes que entender en profundidad la esencia de un producto para poder deshacerte de todos los elementos que no son esenciales." — Jonathan Ive en Steve Jobs. La biografía (Walter Isaacson)

Espacios privados

    La sociedad masiva, estandarizada y metropolitana, donde el gusto se homogeniza al punto de universalizarse, dispone de su correspondiente teoría urbana que rinde culto al espacio público, convertido en plazas y bulevares, de grandes y variadas expresiones de lugares donde la multitud celebra su existencia en el acto colectivo del encuentro casual, la comunicación, el intercambio y otras manifestaciones sociales sobre las cuales dan cuentas los sociólogos, urbanistas, antropólogos y otras ramas del conocimiento humano. El individuo, como ser social, se expone públicamente ante los ojos de todos y puede disfrutar del espectáculo privado de mirar a cualquiera y reflexionar, a la vez que es observado.     El espacio público es un gigantesco escenario del espectáculo social, y el espacio mitificado del ocio, del tiempo libre, es el lugar donde la gente camina, disfruta de la libertad y usufructa el bien común. Hoy es el argumento compensador para la ciudad contemporánea, que enc