El intelectual
La función del intelectual consiste en determinar críticamente lo que se considera una aproximación satisfactoria al propio concepto de verdad; y puede desarrollarla quien sea, incluso un marginado que reflexione sobre su propia condición y de alguna manera la exprese, mientras que puede traicionarla un escritor que reacciona ante los acontecimientos con apasionamiento, sin imponerse la criba de la reflexión.
Por eso decia Vittorini, el intelectual no debe tocar el clarín de la revolución. No para eludir la responsabilidad de una elección (que puede hacer como individuo), sino porque en el momento de la acción requiere que se eliminen los matices y las ambiguedades... mientras que la función del intelectual consiste en excavar ambiguedades y sacarlas a la luz. El deber del intelectual es criticar a los propios compañeros de viaje ("pensar" significa desempeñar el papel de Pepito Grillo)...
Pensar en la guerra, Eco Umberto. La rivista dei Libri
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